Seguro que cuando te cruzas con tu vecino a las 21 horas de un día de invierno nada se aventura anormal, pero si el está sacando a su perro fumandose un purazo en el jardín de tu portal y tu sales en mallas, con un pañuelo en la cabeza
(¡si! tengo el pelo largo) y con ropa reflectante es probable que te mire mal. Pensará que ¡¡¡donde ira este Gilipollas con el frio que hace!!!, y ya para si para colmo al día siguiente, sábado por la mañana o domingo, que tambien se ha dado el caso también te lo encuentras, ya esta ya te ha crucificado. ¿La razón?, nada lo normal que son las 6: 30 de la mañana tienes 26 años y te vas a andar por la sierra, ¡Olé tus huevos! dirán algunos.
Para chasco no comentes a nadie tu osadía, o que no lo comente tu novia a alguna amiga, que encima quedas como un bicho raro, un zumbao, un colgao, resumiendo un jodio friki. Entonces yo pienso, lo justo tampoco sin apurar neuronas, yo soy el raro por ir a correr, hacer deporte y llevar una vida medianamente sana. Digo medianamene por que hace media con los días que salgo de fiestas, por eso lo de media.
Concluyendo: yo soy el raro por ir a correr, mi vecino no lo es por parecer que monta guardia con el perro en la puerta del portal, que ya me jodería sacar el perro a esas horas por la mañana y por la noche, eso es moral y no la del alcollano. Y aquellos que nos miran sin decir nada, pero piensan son raros, pues chic@s más raro es quejarte de la hipoteca y luego comprarte todo juego que sale, estar apoltronado en el sofá criando transaminasas a lo bestia y regando tu colesterol.
Moraleja: si es raro hacer deporte, soy un jodio friki.
No hay comentarios:
Publicar un comentario