

En la foto superior se le ve ya recuperado y finalizando la ascensión, es que antes no tenemos ninguna sonriendo.
El caso es que empieza a sudar, y aquello es un no parar, para verlo de verdad, al poco nos pide una parada, bebemos agua y recupera el aliento.
La senda se empina, más sudor, parón, sudor, agua, así los siguientes 300 metros de desnivel, eso si el chaval al menos fue a la excursión y lo dio todo, todo, orgullosos los presentes de la proeza.
El caso es que empieza a sudar, y aquello es un no parar, para verlo de verdad, al poco nos pide una parada, bebemos agua y recupera el aliento.
La senda se empina, más sudor, parón, sudor, agua, así los siguientes 300 metros de desnivel, eso si el chaval al menos fue a la excursión y lo dio todo, todo, orgullosos los presentes de la proeza.
Justo antes de la trepada pide parar, para coger carrerilla debía ser, y mira disimulón el paisaje (ver imagen superior junto a Manu).

Empezamos a subir,¡Chico para, para!; paramos, blanco blanco, -anda tomate algo que pareces un fantasma-. La foto da fe de ello y viendo como suda decidimos dejarle una camiseta que transpire, además le llevamos localizado por el color, come algo se repone y se pone a trepar y ya no dio muestras de fatiga.
El color oscuro de la camiseta no es que sea así, es sudor, hacia tanto tiempo que no veía yo a nadie sudar así sin estar en una sauna.

Moraleja: Uno no se da cuenta de la vida que lleva hasta que la cambia.
1 comentario:
AY PABLITO ESQUE IR AL GIMNASIO NO ES NINGUNA TONTERIA''''
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