Montón de Trigo

Por Manuel Raboso:

El día aparece despejado en Fuenlabrada pero al bajarnos del coche nos damos cuenta del frio, aire y niebla en la que nos vemos envueltos. Después de un merecido café y tostada Dani, David, y un servidor nos dirigimos por el camino que sale a mano izquierda según sales de venta arias y que lleva a la residencia del ejército del aire. Justo antes de llegar a este, a mano izquierda, sale el camino llamado senda Smith, el cual es cogido por estos intrépidos aventureros. Desde este punto hasta Collado Ventoso es ligeramente bajada y debido a lo que ha nevado y lo sombrío del lugar nuestros amigos andan con mucho cuidado lo cual no impide algún que otro resbalón. La niebla hace acto de presencia y entre ella y un servidor que es el único que conoce el Montón de Trigo hace que nuestros protagonistas andén por el camino denominado “si tiene que ser por aquí” después de pisar collado ventoso. Después de andar un tiempo nos reencontramos con un sendero bien marcado que resulta ser la senda de cospes y que nos lleva a la dehesa de la Fuenfria. En el trascurso de la senda Cospes nuestros aventureros se encuentran con unos montañeros que vienen en sentido contrario y se paran a preguntarles por si iban bien hacia el Montón de trigo por dicha senda; estos les responden afirmativamente pero les indican que no se les ocurra subir al Montón de trigo debido a que la niebla es inmensa y lo hace muy peligroso. Nuestros amigos prosiguen hacia el puerto de la fuenfria y al llegar y hacerse unas fotos entra en un debate sobre qué hacer. Manu por fin tiene claro por dónde es pero está un poco reacio debido a las palabras del montañero. Pero cuando ya tiene convencidos a sus compañeros, una chica joven con su perro se dispone a subir el cerro Mingote desde cuya cumbre se vislumbra el Montón de trigo. Nuestros valientes aventureros deciden seguirla de lejos por no ser menos, para que nos ir a engañar, y logran coronar dicho cerro en el cual nuestra liebre nos abandona cerró abajo y nuestros valientes se refugian para comer unas empanadillas de carne y atún. Manu insiste en que es mejor volver ya que recuerda la subida muy dura y aparte la niebla es muy espesa pero David se pone cabezón y empezamos a andar poco a poco .Al rato se dan cuenta de que ya no ven las señales pero oyen voces y deciden acortar dirección las voces hasta que empiezan a ver piedras apiladas. Las siguen hasta que por fin llegan al cielo.2156m coronados. Una pena porque el paisaje se reduce a un manto blanco de niebla. Habrá que volver con buen tiempo.